Esto es todo lo que debes saber para encuadrar bien tus fotografías

Hola de nuevo, amig@ fotógrafo. Hoy te quiero enseñar a decidir cómo encuadrar bien tus fotografías.

¿Que qué es eso de encuadrar una fotografía? Pues es muy sencillo, ahora mismo te lo explico.

Habitualmente te enfrentarás a una escena que te ha llamado la atención y querrás fotografiar, por ejemplo un paisaje. La cuestión es que tu vista es capaz de captar una escena muy amplia que deberás plasmar en un formato que tiene límites, tu fotografía.

Sería un poco como ponerle “puertas al campo”. Una expresión que define claramente el hecho de que tendrás de decidir hacía qué lugar diriges tu cámara, si necesitas usar el teleobjetivo (hacer zoom) para destacar un elemento concreto o utilizar el angular de tu cámara para introducir más elementos en la imagen a captar, ya que no puede entrar todo. A este proceso de decisión le llamamos encuadre.

Hasta ahora te he hablado de los aspectos más técnicos de la fotografía. Aquellos que debe conocer un fotógrafo de Albacete o de Estocolmo, por poner un caso. En “La receta del fotógrafo para hacer fotografías espectaculares” te daba las bases para realizar una correcta exposición, y de paso, comenzar a darle a tus fotografías un toque personal enfocando aquello que querías destacar o captando al sujeto estático o en movimiento según la idea que quisieras transmitir.

¿Quieres dar el siguiente paso?… Pues sigue leyendo…

El encuadre será otra de las herramientas que te permitirá personalizar tus fotografías ya que distintos fotógrafos, ante una misma escena, encuadrarán sus fotografías de distinta forma. Unos destacarán unas cosas y otros otras. Algunos se dedicarán a captar detalles y otros a hacer grandes panorámicas del lugar. Esa será tu forma particular de ver la escena y que siempre será distinta a la de otro fotógrafo.

Hoy he elegido como ejemplo una de mis últimas fotografías. En ella puedes ver una escena en la que quise plasmar la concentración de mis dos compañeros fotógrafos y que yo encuadré de esta forma. Esta escena admite muchas otras formas de encuadre según lo que se quiera resaltar; por ejemplo el entorno, uno de los fotógrafos, al fotógrafo centrado en su afán por captar una bonita foto, al fotógrafo integrado en la naturaleza, el paralelismo entre el trabajo de uno y otro o tantas otras como personas haya. He querido dejarte unas cuantas posibles como muestra, partiendo de una sola imagen y reencuadrándola al gusto o según la necesidad.

Llegados a este punto te diré que no debes confundir encuadre con composición. El encuadre vendría a ser como los límites de tu fotografía, qué formará parte de ella y qué no. Sin embargo la composición te dará unas pautas para colocar los elementos principales en los lugares más destacados de tu imagen según el formato elegido y cómo se relacionan unos con otros. Pero de composición te hablaré en mi próxima entrada.

Se pueden dar tres formas distintas de encuadre. La primera sería un encuadre pensado con anterioridad en el que ya has decidido de antemano que elementos formarán tu fotografía, el formato y la composición, p.e. un bodegón. La segunda sería aquella en que decides el encuadre y composición en el instante anterior a presionar el disparador. Esta será la que más utilizarás cuando salgas a fotografiar sin saber qué escena te vas a encontrar antes de que se produzca. (Esto sería el directo) La tercera sería reencuadrar, una fotografía tomada con antelación, en tu ordenador,  decidiendo a posteriori el resultado final del encuadre. Esta técnica es bastante utilizada con intención de afinar más un encuadre realizado y que no dejamos tal y cómo nos hubiera gustado en su momento, ya que “el directo es el directo”. (Esta sería la opción en diferido)

Como verás en el ejemplo también he incluido formatos diferentes. Fotografías horizontales, verticales y cuadradas pues una vez elijas qué fotografiarás deberás decidir el formato que más te ayude a plasmar tu idea, ya que todos los formatos no transmiten lo mismo, ni permiten relacionar los elementos de la misma forma.

El formato horizontal

es el más utilizado y sencillo  ya que es la posición natural del sensor en la cámara. Utilízalo si los elementos a fotografiar están organizados horizontalmente o si quieres transmitir una sensación de estabilidad, serenidad, espacio, equilibrio, simetría. Es el más utilizado en paisaje.

El formato vertical

sin embargo es un formato que transmite fuerza y dinamismo. Es el más utilizado para retrato por la misma fisonomía de las personas y comercialmente por revistas y portadas de libros.

El formato cuadrado

es un formato que estaba en desuso hasta la reciente llegada de Instagram, que se ha apropiado del mismo casi por completo, ya que es un formato que complica mucho más la composición que los anteriores. No es un formato nativo de todas las cámaras por lo que suele usarse más al reencuadrar en el ordenador. Es un formato que transmite solidez y estabilidad.

El formato panorámico

es mucho más alargado que el horizontal y nos proporciona la oportunidad de captar grandes paisajes en un formato novedoso, todavía a día de hoy. Tiene la gran dificultad de la elección de los puntos de interés para no caer en areas sin interés.

Una vez enumerados los distintos tipos de formatos puedes deducir que encuadrar una fotografía es decidir los límites de tu imagen y qué elementos incluirás en ella. Además de elegir el formato que más te ayude a plasmarlos y transmitir algo a aquel que contemple tu obra.

Solo te queda coger tu cámara y salir a practicar el encuadre. Debes aprender fotografía sin olvidar nunca la práctica con cámara o sin ella. Sabrás que vas por el buen camino cuando salgas a la calle y seas capaz de ver en tu mente una potencial fotografía, totalmente encuadrada, sin necesidad de mirar a través de una cámara. En ese momento habrás comenzado a descubrir tu mirada fotográfica.

Te invito como siempre a contarme tu experiencia en los comentarios, compartirlo en redes sociales y suscribirte al blog si todavía no lo has hecho. ¡¡Buenas fotos!!